En un reciente volumen de las Vienna Series of Theoretical Biology (2003), Gerd B. Muller y Stuart Newman sostienen que lo que ellos llaman “la originación de las formas organísmicas” sigue siendo un problema no resuelto. Al hacer esta afirmación, Muller y Newman (2003:3-10) distinguen dos cuestiones diferentes, a saber, (1) las causas de la generación de la forma en el organismo individual durante el desarrollo embriológico y (2) las causas responsables de la producción de nuevas formas organísmicas, al principio de la historia de la vida1. Para distinguir el último caso (filogenia) del anterior (ontogenia), Muller y Newman usan el término “originación” para designar el proceso causal mediante el cual las formas biológicas aparecieron por primera vez durante la evolución de la vida2. Los autores insisten en que “los mecanismos moleculares que dan origen a la forma biológica en los embriones actualmente no deben ser confundidos” con las causas responsables del origen (u “originación”) de las nuevas formas biológicas durante la historia de la vida (p. 3). Sostienen además que conocemos más acerca de las causas de la ontogénesis, debido a los avances en biología molecular, genética molecular y biología del desarrollo, que lo que conocemos acerca de las causas de la filogénesis —el origen primario de nuevas formas biológicas en el pasado.
Proceedings of the Biological Society of Washington, 2004, 117(2): 213-239.